Contratar a Miguel como nuestro fotógrafo de bodas durante la pandemia fue una verdadera bendición. A pesar de las difíciles circunstancias, capturó cada momento mágico de nuestro día especial: desde la revelación de la novia hasta la últimas danzas en la fiesta. Su flexibilidad y dedicación fueron excepcionales, incluso cubriendo la merienda con tiempo adicional. Miguel no solo documentó nuestro evento, sino que se ganó nuestra confianza a lo largo del proceso. Su habilidad para capturar la autenticidad y la belleza de cada instante lo convierte en un fotógrafo incomparable. Estamos agradecidos por su talento y profesionalismo, ¡y ahora lo consideramos nuestro fotógrafo de familia para siempre!